jueves, 11 de septiembre de 2008

Actualidad

Hoy, la forma de llegar musical y comercialmente a los oídos de los consumidores es cada vez más diversa, menos lineal: precargado en un celular; vía Internet o sonando en alguna publicidad.

Canciones pegadizas que el oyente tararea luego del stop-set (o tanda) y que tienen, inclusive, algún suceso en YouTube (insertado en el site de la emisora) con letras alternativas y, por qué no, parodias.

Temas apoyados en el estilo musical de la radio o combinables con su formato y público objetivo, es evidente que existe una tendencia de que la música ocupe un lugar más importante dentro de los comerciales.

De un lado, las productoras que componen estos ¨hits instantáneos¨ a pedido, del otro, las discográficas que empiezan a explotar el negocio de licenciar sus catálogos para musicalizar estas ¨escenas falaces y encantadoras¨.

Hoy, los temas originales están mucho más accesibles y las compañías cooperan en los tiempos y costos. Los clientes entienden que si usan un tema original, suman recordación a la pieza publicitaria, y muchas veces es el eje del mismo.

Cada vez más, las marcas dirigen su comunicación a nichos (o segmentos) con características claramente diferenciadas y a su vez las bandas tienen públicos muy definidos.

¨Las empresas son los nuevos mecenas de los grupos, intérpretes y solistas¨.


Andrés M. Muir
RadioCoach™